Eco -
Pirata
Más material recolectado
por nuestro eco - cronista, extraído de la pagina de La
Nación del 26 de Abril de 2000.
CULTURA /
FERIA DEL LIBRO: PAUL WATSON
Se
califica como "pirata bueno" y lucha para salvar ballenas
Llegó a la Feria
para promover el libro de un escritor que viajó a bordo de
sus barcos. Se dedica, con un grupo pequeño, a desafiar y
embestir los grandes balleneros. Es una especie de francotirador
ecológico.
PATRICIA KOLESNICOV

Soy un pirata
bueno", dice, en tierra, Paul Watson. Alto, grande, blanco, el
canandiense Paul Watson
caza cazadores.
Literalmente. Es un ecologista que decidió proteger el
ambiente por mano propia. Aunque tenga que voltear uno que otro
barco en el intento.
Aquí, en la Argentina, Watson está promoviendo,
en la Feria del Libro,
El guerrero de la
Tierra, que el ensayista David Morris escribió
después de una travesía por alta mar a bordo de los
barcos de la Sociedad Conservacionista Sea Shepherd (Guardián
del Mar).
Watson cree
en la acción directa. En embestir
barcos balleneros. En ir y cortar las redes de arrastre, esas que
barren el fondo llevándose todo con lo que se cruzan. Lo que
iban a pescar y otras especies, que se descartan como basura. Claro
que los capitanes de los pesqueros no lo reciben con flores.
Su trabajo no
empezó ayer: a principios de los años 70 se
unió al Comité No Hagan Olas, un grupo que luego
tomaría el nombre de Greenpeace. En 1975, con ellos, Watson
se puso entre una ballena y un arponero ruso que le iba a disparar.
Con ellos les tiró pintura a focas bebé, para que sus
pieles no sirvieran a los cazadores y las dejaran crecer.
En 1977, cuando
volvieron de una campaña contra cazadores de focas,
Greenpeace y Watson se pelearon. Watson había detenido a un
cazador que blandía su bastón sobre la cabeza de una
foca bebé. Cuando subió el bastón, Watson
gritó que se detuviera. Cuando estaba cayendo, le
dobló el brazo y tiró el bastón al mar. Cuando
todo terminó, lo llamó el consejo de Greenpeace para
que diera explicaciones. No se pusieron de acuerdo.
-¿No le
teme a la violencia?
-Muchas veces nos
amenazaron, nos dijeron que nos iban a sacar a tiros. A mí no
me importa. Los humanos matamos gente para proteger la propiedad. No
creo que sea tan raro arriesgar la vida para proteger ballenas y el
medio ambiente. Me parece noble.
-¿Si tuviera que
matar a un cazador lo haría?
-No.
No se protege una vida quitando una vida.
-Pero a usted lo acusan
de terrorista.
-Porque ataco la
propiedad, la propiedad que se usa para la pesca ilegal, para la
caza de ballenas. Solamente enfrento actividades ilegales, pero
muchas de esas actividades dan dinero, así que mis actos se
consideran violentos porque en nuestra cultura la propiedad tiene
más valor que la vida. Yo creo que está bien destruir
la propiedad para salvar vidas. Esta es una creencia que comparto
con Martin Luther King, que dijo que no es posible cometer actos de
violencia contra algo que no está vivo.
-¿Cree en
la responsabilidad individual frente al medio ambiente?
-Sí, creo que lo único que cambia
las cosas es la reacción del individuo. No podemos depender
de los gobiernos, ni de las instituciones, ni de las grandes
organizaciones. Ellos son la burocracia. Lo imposible puede ser
posible a través de la pasión de los individuos.
-¿Por qué necesitamos animales marinos, por
qué tenemos que cuidar a las ballenas?
-Yo no quiero vivir en un mundo sin ballenas. Si no podemos
salvar a un animal tan inteligente y tan hermoso como una ballena,
¿cómo podríamos salvar a los peces, los
océanos? La ballena es el ícono del océano, y
sin los océanos nosotros no podremos sobrevivir.
-¿Cómo elige contra quién actuar?
-Nos ocupamos de las actividades ilegales, nada
más. Tenemos leyes que protegen el medio ambiente, pero nadie
las cumple. La Argentina tiene leyes de protección de la
pesca, pero hay pesca ilegal. Los gobiernos tienen el poder de
pararlos, pero como no hay motivos económicos para hacerlo,
los dejan seguir. Nosotros intervenimos y ponemos a los gobiernos en
un aprieto.
Muchos grupos
pequeños
-¿Qué necesita el
movimiento ambientalista?
-Organizaciones
pequeñas, pero miles. No grandes organizaciones
internacionales como Greenpeace.
-¿Por
qué?
-Hoy, Greenpeace es una
corporación internacional de 300 millones de dólares
al año. No hacen mucho: van al océano y se sacan
fotos, venden un producto que, si lo comprás, te hace sentir
bien.
-¿Cree que Greenpeace alguna vez fue útil y ya
no lo es?
-Creo que venden la imagen de
lo que fueron y ya no son. Se sacan fotos con barcos pequeños
al lado de grandes buques, algo que ya no hacemos porque no es
efectivo. No hacen nada salvo eso, hablar con los gobiernos y
promover la fabricación de heladeras alternativas. Hoy, la
preocupación de Greenpeace es hacer dinero. Creamos
Greenpeace como un organismo de acción directa, para golpear
en la cara. No para promover heladeras.
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